Otro punto fuerte de las cremas de frutos secos, es que se pueden conservar perfectamente durante mucho tiempo. Si guardas tu mantequilla de frutos secos en un tarro hermético y lo almacenas en la despensa, te durará hasta 3 meses.
Ahora bien, en las cremas de frutos de calidad, suele producirse un inconveniente. Y es que cuando permanecen estables y no se utilizan, los aceites vegetales naturales del fruto seco se van separando de la matriz y suben a la superficie del producto. Si te ha pasado esto, no te asuste, tu crema no se ha estropeado. Solamente tendrás que remover muy bien la mantequilla para integrar ambas partes y conseguir de nuevo una textura homogénea.
Aunque puedes resolver este problema fácilmente, te voy a dar un súper truco para ahorrarte estos minutos de sufrimiento. Tan solo tienes conservar el tarro donde guardas la mantequilla, bien cerrado, del revés. De esta forma, pasa a la parte inferior del recipiente y al darle la vuelta vuelve a emergeré a la superficie, integrándose naturalmente con el cuerpo de la crema.