Desde que la probé por primera vez, la crema de coliflor se ha convertido en uno de mis platos favoritos cuando me apetece algo calentido y reconfortante. Normalmente la preparo con un poco de puerro y patata cocida, y la acompaño con unos garbanzos especiados como topping. Esta vez me apetecía probarla combinándola con ingredientes diferentes y, para mis sorpresa, di con la combinación perfecta.
Combinar queso con fruta es un acierto seguro y es que, desde el punto de vista organoléptico, los quesos con gustos sabrosos y fuertes necesitan de la fruta para equilibrar su sabor, ya que estas tienen un alto contenido en agua y sabor un dulce que contrasta a la perfección. Los quesos azules combinan súper bien con los frutos secos y frutas, tales como peras, uvas, manzanas o higos en su forma fresca, seca o en mermelada. Ahora que sabes esto, entenderás por qué he decido utilizar la pera y el roquefort en esta crema, y no solo eso, sino que también le añade unas avellanas troceadas ¡combo perfecto!. Si nounca has probado la pera con queso roquefort, no sabes lo que te has estado perdiendo, en la pizza queda de muerte y en esta receta aún mejor.